Un sábado por la mañana

Un sábado por la mañana (Pequeña fortuna, 2025)


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Añoro un mundo del que vivo fuera, soy un old fashioned. En el sol de mediodía mi meditación es caliente, y esa es la templanza que puedo tener. Quiero decir que este libro es un poema de duelo, un poema de aceptación, el último destello de un mundo que terminó, si es que alguna vez llegó a realizarse— América como un eco de Arcadia. Poema de añoranza es otro modo de llamarlo: el mundo de los sueños no fue ayer ni será mañana, ha sido en otro lugar, probablemente en un cuaderno. Afuera el ruido de las motitos joroba y el vecino se parece a Sergio Denis, el barrio es el barrio que es, pero el poeta sueña igual, y las estrellas parecen salidas de una obra de Tenesse Williams. Un mundo de cowboys, yuppies, estrellas de cine y cantantes de jazz, this old and dirty industrial feeling. Es posible que no haya nada después, o un desierto de guerras nucleares, pero en los escombros de esa ruina el poeta encuentra algo eterno, un residuo de diamante, “eso que ocurre poco a poco es siempre precioso”, la geometría del cosmos en la capa más profunda del cielo gris.

(F. B.)

 


Se trata de una continuidad y a su vez de un nuevo punto de partida con respecto a Unos días afuera, la antología de mi poesía que editó Pixel en 2023. Después de ese momento de revisionismo, depuré algunas ideas sobre el poema y el ensayo, los géneros que me interesan para explorar. Básicamente opté por darle mayor lugar al disfrute, a la curiosidad genuina y eliminar cualquier tabú con respecto a los materiales. Si bien lo venía haciendo, creo que este libro es un paso más. A veces las obsesiones personales pueden fácilmente autocensurarse, pues la repetición, la redundancia, son elementos molestos para el productivismo de estos tiempos. La demora en lecturas de entretenimiento, el murmullo de la calle, el cine experimental, los videojuegos, las canciones de amor desafían en ese sentido tanto al intelectualismo de pantalla como al poetizar iluminado (por la linterna del iphone). Perderse en la lentitud o velocidad (depende de cómo se lo vea) de un sábado por la mañana me pareció un gesto contra las demandas actuales.

Diego L. García



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